De Niterói a Hollywood: Murilo Benício en foco

De nuestros archivos, una excelente reseña del amigo Tavigno, sobre el actor Murilo Benício, ahora que está próxima a debutar en las pantallas latinoamericanas su más reciente telenovela Avenida Brasil.
Tufão: experiencias propias en juego
De Niterói hasta Hollywood. Uno de los actores brasileros de mayor reconocimiento internacional se abrió camino entre las dificultades para construir una carrera sólida. Eternamente recordado por su papel en la novela El clon y aclamado por su personaje en La favorita, Murilo Benício protagoniza ahora este espacio llamado Vidas de novela, en el que haré mi pequeña participación -con permiso de Jorgelina, autora del especial- para retratar la carrera de un símbolo de talento y determinación.

Hijo de una bien establecida familia de Río de Janeiro, Murilo Benício dijo adiós a las comodidades para apostar en el sueño de su vida. Con 18 años y un repertorio de pocas palabras en su inglés, viajó a California para estudiar arte dramático y convertirse en actor de cine. "Pasé una semana a pan y leche", cuenta el carioca, que trabajó duro como mesero y repartidor de pizzas para mantenerse en el territorio norteamericano.


Cambio total
De vacaciones en Brasil, el joven Murilo avanzó en el camino hacia el estrellato por medio de un casting que le valió su primer papel en televisión. Fue cuando interpretó a Fabrício en la novela Fiera herida, producida por la Rede Globo en 1993. Tartamudo, el actor utilizó el trastorno a su favor en la composición de su personaje. El político con problemas de comunicación robó las risas del espectador y la interpretación de Benício sorprendió hasta al propio Aguinaldo Silva, autor de la novela. Hoy en día, el actor cuenta haber superado la tartamudez luego de diversos tratamientos, y es conocido por imprimir modulaciones de voz distintas a cada personaje.

Desdendato, como Juca Cipó en Hermanos Coraje
En la década de 1990, estuvo entre los pioneros de una época de auge del cine brasilero (participando de filmes como O Monge e a filha do Carrasco y Os Matadores), sin abandonar la teledramaturgia, vehículo que -más tarde- lo convertiría en una estrella nacional. Mientras vivía el auge de la pantalla grande, participó del desapercibido remake de Hermanos coraje, adaptado de la novela de Janete Clair en 1995, y de la más trascendente Vira-lata (1996), de Carlos Lombardi.

Dirigida por Jorge Fernando, Vira-lata era una novela que resaltaba los valores familiares, en un entramado de padres e hijos 'abandonados' (cual perro callejero, si hacemos referencia a la traducción del título de la novela). En aquella historia, Murilo encarnaba a Bráulio Vianna, un promotor público poseedor de una absoluta carencia de humor. Casado con Helena (Andréa Beltrão), este sujeto inflexiblemente serio se desmoronaba ante la tentación de Dolores (Thalma de Freitas), su empleada doméstica, con quien mantenía un affair durante las noches. El joven carioca vivió su primer papel doble de televisión, con la aparición de Dráuzio, gemelo de Bráulio, en la recta final de la trama. La experiencia se multiplicaría por tres en El clon, de Gloria Perez.

Pero antes vino Por amor (1997). Leonardo era su retraído personaje en la novela de Manoel Carlos, dirigida por Paulo Ubiratan y Ricardo Waddington. "Patito feo" de la familia Barros Mota, Leo sufría el rechazo de su madre, la cruel society interpretada por Susana Vieira, que repetía exaustivamente su preferencia por sus otros dos hijos.

Un año más tarde, Murilo obtendría su primer protagónico en televisión, con el estreno en 1998 de Mi buen querer, de Ricardo Linhares. Esta vez le tocaba encarnar a Antonio Mourão, un típico galán de telenovela, que compartía una folletinezca historia de amor con Rebeca (Alessandra Negrini) y sufría las interferencias de Lívia, la sensual y falsa antagonista de Flávia Alessandra, que veía en Antonio la posibilidad de abandonar su ciudad natal para vivir en la capital del nordeste brasilero.

A diferencia de su trayectoria en cine, donde personificó hasta a un asesino en serie (v. foto)
, en la tele el actor cuenta con un gran repertorio de chicos buenos. Recién en el año 2000 volvería (luego de Juca Cipó, de Hermanos coraje) a degustar el sabor de la maldad con su villano de Esplendor, escrita por Ana María Moretzsohn en base a novelas góticas y clásicos como La bella y la bestia. Allí interpretaba al envidioso Cristóvão, hermano de crianza y mano derecha de Frederico (Floriano Peixoto), el protagonista, cuya felicidad busca destruir bajo el disfraz de un simpático amigo de la familia.

2001 marcó un antes y un después en la carrera del artista, cuando islamismo, drogas y clonación humana darían lugar a una de las telenovelas más exitosas de la Rede Globo. El clon contaba la historia de un hombre, capaz de verse cara a cara consigo mismo, veinte años más joven. En ella, Murilo vivió la difícil y gratificante experiencia de encarnar a tres personajes en una misma trama. Lucas, su gemelo Diogo (muerto en el transcurso) y Leo ("el clon") que aparece para sembrar la confusión entre la pareja protagonista (junto a la ya mítica Jade - Giovanna Antonelli).
 

Tres por uno
Mientras la novela alcanzaba récords de audiencia sin precedentes en distintos países del mundo, su protagonista encaraba un vendaval de críticas por su interpretación de Lucas. "Lucas quedó medio apático y sin expresiones, porque era de esa manera que lo interpretaba. En verdad debía ser de aquella forma" explica Benício quien, no obstante, enriqueció con diversos matices la composición del clon Leo.

Por su parte, el amor que electrizó a los espectadores trascendió de la ficción cuando Murilo Benício y la intérprete de jade, Giovanna Antonelli, iniciaron un romance en la vida real. La pareja se convirtió en una de las favoritas a nivel mundial, teniendo como fruto el nacimiento del pequeño Pietro Benício. Esta no fue, sin embargo, la primera vez que el actor enamoraba a una compañera de escena. 


Trío en Chocolate con pimienta
Años antes, estuvo casado con Alessandra Negrini, con quien tuvo un hijo y co-protagonizó Mi buen querer. También fue novio de Carolina Ferraz, con quien participó del film Amores posibles (2001). Guilhermina Guinle, su actual pareja, fue otra surgida tras los bastidores de un largometraje: Inolvidable, de 2007. "Siempre estuve mucho tiempo con las mujeres con quien me relacioné", sostenía él, desmintiendo la fama de mujeriego establecida por cierta prensa.

Mujeriego en verdad era el Don Juan de los años '20 que personificó en Chocolate con pimienta. Danilo hacía lo imposible por un beso de la 'apimentada' Olga de Priscila Fantin, hasta conocer el amor por parte de Ana Francisca, la dulce heroína encarnada por Mariana Ximenes. En esta producción global de 2003, el artista regresó al horario de las 18hs. a lo grande, con un cómico protagonista que iba como anillo al dedo a la trama pastelazo de Walcyr Carrasco.

En 2005, la voz aguda que caracterizaba a Danilo ya era historia. De la boca de Murilo emanaba ahora el acento rural de Tião, su personaje en América. Se trataba de un peón que debía elegir entre el amor de Sol (Deborah Secco) y su sueño de convertirse en campeón de rodeos. Para componer este protagónico, el actor convivió un tiempo con la persona real que inspiró a la autora Gloria Perez en la creación del personaje.


Versatilidad y humor: Víctor Valentín Ti Ti Ti
Al poco tiempo estaría de regreso en la pantalla chica con el divertido Arthur de Pé na jaca, acompañado de un nuevo, gestual y desafinado modo de hablar. Se convirtió en el gran destaque de una novela castigada por la crítica, a pesar de su legión de fans. "Crecí en un ambiente de humor muy refinado", contaba en una entrevista sobre la comedia de Carlos Lombardi, en la que atribuye su humor inteligente a la convivencia con su padre y sus hermanos. 

Pero a pesar de su don para robar las risas del telespectador, al actor no le gusta ser encasillado. Fue por ello que en 2008 pidió ser el villano de La favorita, un denso thriller del horario estelar. Con sus camisas estampadas y un aire El padrino, el malandrín Dodi le valió galardones como mejor actor en distintas premiaciones, además de los elogios de João Emanuel Carneiro, creador de la trama: "El Dodi de Benício sigue la línea de los villanos de Tarantino. Es un malandro sin carácter. Benício entiende la dramaticidad de las escenas sin perder el humor".

"Un actor libre para hacer lo que quiere" es como se define Murilo Benício, quien además protagonizó la serie Força-tarefa, personificando a un policía que lucha contra la corrupción dentro del priopio cuerpo policial. Y aproximándose a los 40, atravesando el mejor momento de su carrera, no tiene reparos en decir: "continúo siendo aquel muchacho tímido de Niterói".


Entre sus dos personajes más recientes, están, claro está Ari-Víctor Valentín, de la magnífica comedia Ti Ti Ti (Cuchicheos en América) y el más reciente y popular Tufão de Avenida Brasil, al cual sin dudas le puso una pizca de esa experiencia suburbana, pero sobre todo, desplegó su mayúsculo talento actoral. 

Fuentes:
Terra - Gente & TV ·
O Globo · Wikipédia - La enciclopedia libre · Memória Globo · "Pé na jaca" - Blog no oficial · Notas.com · RPC - Gazeta do Povo · OFuxico · Memória da TV · Revista Joyce Pascowitch · Revista Poder · Programa Video Show (TV Globo)

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